sábado, 10 de febrero de 2007

¡DEFIÉNDETE!

Francisco Alarcon Defiéndete
Artículo de Francisco Alarcón - Tomado del blog del autor publicacionesfranciscoalarcon.blogspot.com

Viendo como avanza el régimen estatizando empresas, anunciando expropiaciones, medidas privativas de libertad, la gente consternada pregunta: qué haremos. La repuesta es defiéndete, organizándote en tu comunidad, tus mejores aliados serán tus vecinos, amigos parroquianos; quienes te proveen los alimentos, quienes te proporcionen los servicios domésticos. Comienza con ellos a construir una red solidaria que, funcione permanentemente, cómo trabajan las redes solidarias en tiempos de catástrofes.

Es la única manera de protegerse, igual que cuando ocurre un terremoto o cualquier imprevisto de causa mayor, la diferencia está en que actualmente estamos avisados de lo que se nos aproxima. Defiéndete ante la inminente violación de tu hogar, nadie está autorizado para imponerte nada en el recinto de tu casa, más allá de lo que establece la constitución. No aceptes que descerrajen tu privacidad con supuestas ofertas para mejorar tu calidad de vida, no te expongas a perder tus bienes e independencia con promesas engañosas y supuestas misiones desconocidas. Venezuela está abatida, no creía se desatara tanto “comunismo”, con las Leyes habilitantes, ¿llegó la dictadura del proletariado? anuncios van y vienen y ninguno redunda en favor del pueblo venezolano, sencillamente pretenden imponernos al calco, repugnantes y ominosas reglas como las establecidas en Cuba, con sus equivalencias semánticas y semejantes perfiles. La revolución “avanza a paso de vencedores”. Los cubanos pretenden dirigir los destinos de este país, están presente en todas “las misiones” son nuestro tutores en medicina, identidad y registros.

Es el “socialismo del siglo XXI” que a veces se identifica al ras con el régimen cubano y a veces el presidente lo diferencia del mismo, pero que en nada varía de la ortodoxia marxista. Es la concepción de Federico Engels sobre: “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado” donde se acaba todo. Donde pasamos a ser objetos del Estado, como las mismas empresas que ahora pretenden estatizar. Donde el ser humano pierde toda independencia y se convierte en un autómata y fanático de la vieja dialéctica marxista. Así cómo vemos a los cubanos recitándola y amalgamándola con las coplas de Martí, de la misma manera intentan revolcarnos a los venezolanos.

La educación socialista es una sarta de mentiras y sofismas que acabaría con la libertad de educación. Nada tuvo que ver el maestro Robinsón y sus escuelas técnicas con el comunismo, el trató el tema en función a sociedades avanzadas y modernas, nada que ver con el retroceso que significaría acabar con la patria potestad de los hijos venezolanos. Simón Rodríguez fue un paradigma de libertad, de la verdadera libertad, no la que pretende conculcar un Estado “omnipotente”, intentando someter nuestro albedrío. El problema de los venezolanos está de frente, es un hecho real, que asumiremos afrontarlo a diario y en todos los ámbitos si deseamos conservarnos libres. Entramos en el “cuerpo a cuerpo” de esta revolución, sin distingos políticos ni sociales. Debemos salvaguardar nuestro derecho a la vida acostumbrada, si no queremos terminar siendo esclavos; son las redes solidarias nuestra única salida. La búsqueda del “líder” pasó a un segundo lugar, presentemente las soluciones estarán en nosotros mismos, sin esperar milagros ni redenciones que nunca existieron.

Venezuela en ningún tiempo se rendirá ante el apócrifo “socialismo del siglo XXI”, mientras en cada uno de nosotros exista un baluarte de libertad. No hay mejor comienzo que defender lo propio, lo que nos atañe directamente como lo son la familia, la propiedad privada, para que no pasen a ser propiedad del Estado.

El país está consternado con los mandatos que se avecinan, con el poder absoluto del presidente y su súper Ley Habilitante, por ello, a cada individuo le corresponderá asumir su defensa en adelante, de la misma forma como lo hacemos ante las tragedias de causa mayor, ése será el precio de la libertad. ¡DEFIÉNDETE!

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