domingo, 22 de julio de 2007

"Chávez está ciego, sordo y se cree dios"

El Diario de Hoy
Sábado, 21 de Julio de 2007


Denuncia. El purpurado hondureño presagió que le espera "un gran sufrimiento" al pueblo venezolano si persiste un régimen totalitario, porque esa ha sido la experiencia de otros pueblos Llamó a los salvadoreños a actuar con sabiduría

El Presidente venezolano, Hugo Chávez, "está ciego, sordo y se siente como un dios", declaró ayer el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga en San Salvador en una entrevista exclusiva con El Diario de Hoy.
Con tono suave pero seguro, el purpurado llamó al gobernante a ser "humilde" y abrirse al diálogo, "porque toda persona se debe reconocer hija de Dios y que no tiene el ciento por ciento de la verdad".

Chávez ha protagonizado una serie de ataques verbales a la Iglesia venezolana y al mismo Papa Benedicto XVI, a quien llamó a pedir perdón por los abusos en la conquista y colonización de América.

"El gobernante de Venezuela se siente como un dios y con derecho a atropellar a todas las demás personas, bajo una soberbia que ya se ha visto en la historia de otros dictadores, incluso de algunos que llegaron a decretar la muerte de Dios y después de 20 años desaparecieron del mapa y hoy se les recuerda como tiranos", afirmó, pidiendo acatar las lecciones de la historia.



El también Arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, recordó que los antiguos romanos decían sabiamente: "Si no tienes un amigo para que te diga tus defectos, entonces págale a un enemigo para que lo haga".

"Todos necesitamos corrección fraterna. En mi trabajo pastoral yo tengo un consejo presbiteral, pero yo no elijo a aquellos que piensan como yo, porque entonces de qué sirve estar rodeado de aduladores que le dicen a uno lo que uno quiere oír. Yo debo buscar gente que contraste conmigo para encontrar la verdad", explicó.

Persecución

Haciendo un recuento de los ataques del régimen chavista a la Iglesia e incluso al Papa Benedicto XVI, Rodríguez Maradiaga citó el pasaje evangélico del Sermón de la Montaña, "donde Jesús dijo que tendrán persecución".

"Jesús vino a definir un nuevo proyecto de vida, de hermandad y respeto y que ninguno se puede erigir como Dios, que chocaba con otros proyectos como el imperialismo romano de sometimiento de todos los pueblos", reseñó.

"Siempre que un ser humano se quiere erigir como dios va a atacar al Señor Jesús. Sólo hay un Dios y a Él tenemos que adorar", expresó.


Al recordar que en Nicaragua la Iglesia le ha pedido al gobierno de Daniel Ortega "hechos y no palabras" en el combate de la pobreza, razonó que "cuando uno ve que la opinión pública no está suficiente informada y cuando este riesgo de hacer solamente demagogia toca pedir también los hechos", porque a la jerarquía eclesiástica le corresponde señalar los grandes principios, y a los laicos, hacer los cambios necesarios.

"Gran sufrimiento"

El dirigente eclesiástico presagió, con base en la experiencia similar de otros pueblos, que a Venezuela "le espera un gran sufrimiento, porque siempre que se erige un gobierno totalitario, quien pierde es la libertad de las personas".

"Entonces lo que deberíamos hacer es ser tan inteligentes de poder hacer los cambios necesarios sin tener que llegar a cosas extremas", expresó.

Recordó que cuando los países latinoamericanos tenían regímenes militares, en las décadas de los 50 hasta los 80, Venezuela era la única democracia, pero cuando los gobiernos comenzaron a querer enriquecerse con los bienes del Estado y del petróleo, los partidos políticos se disolvieron por implosión por la corrupción interna.

"Esto mismo podría pasar en El Salvador y en todos los países de América Latina, porque la corrupción es el cáncer que está corroyendo a todas nuestras democracias y debemos combatirla de corazón, no sólo de palabra", advirtió.

"Cuando la política, en lugar de ser un servicio al bien común, lo es sólo para un grupo que sólo quiere enriquecerse con los bienes del Estado y tener poder y que crezca la desigualdad, lo que está preparando es esta clase de regímenes", enfatizó.

Lamentó que muchos políticos se olvidan del cristianismo y lo consideran un obstáculo, porque les exige que deben decir la verdad y ser honestos con los bienes que son de todos.

De igual manera, refiriéndose a los gobiernos de América Latina, les llamó a preocuparse por el bien común y "por que el desarrollo llegue a todas las personas y no sólo a grupos privilegiados".

El purpurado hondureño, de la congregación salesiana, estuvo ayer en San Salvador para pronunciar una conferencia en la parroquia de María Auxiliadora (Don Rúa) y presidir el bautizo de una niña.

Rodríguez Maradiaga ha sobresalido entre la jerarquía eclesiástica de Latinoamérica y es considerado "papable".

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