sábado, 4 de agosto de 2007

¿Venezuela en quiebra?

Francisco Alarcón

Es posible que aún no estemos en quiebra, pero por el camino que vamos en un breve plazo se repetirá nuestra conocida historia de las “vacas flacas” y estaremos quebrados, pues los ingresos petroleros a pesar de haber sido los más elevados en nuestra historia son malgastados como le viene en ganas a Chávez. Regala y dilapida sin tener ningún control administrativo, como si el dinero fuera de él y no de los venezolanos. Ya hay signos inequívocos de que vamos por mal camino, no obstante tener precios del petróleo elevadísimos, no estamos produciendo lo suficiente, con el gasto público en expansión.

Por la falta de taladros y la caída petrolera, Pdvsa dejó de ser la empresa insignia de los venezolanos, y de pertenecer a las diez más cotizadas del mundo, sus papeles ya no son atractivos como lo fueron antes. Lo que no ocurría cuando estaba dirigida por especialistas, botados por Chávez a sazón del paro. Actualmente la producción decrece y la corrupción irrumpe en todos los ámbitos de la compañía.

Con el incremento de la flota vehicular y subsidio a la gasolina es muy probable que a corto plazo los carros no puedan andar por la escasez del combustible, o este suba a niveles excesivos para compensar las pérdidas acumuladas e igual será exiguo. El gobierno de Hugo Chávez busca dineros por todos lados, el Seniat fijará sus metas entre los pequeños productores, los bancos subirán las tasas de interés para estimular “el ahorro”, tratando de contener la inflación; entretanto esta se estima para el cierre de año en un 30% y con un dólar paralelo en Bs. 5.800. Por no haberse hecho las correcciones acertadas.

Pero lo más grave sigue estando en Pdvsa, caja de todos los caudales para financiar cuanta ocurrencia tenga Chávez, o para regalarlos en el exterior. Su caída será indetenible, nunca Pdvsa regresó a su productividad anterior al paro, sin embargo “milagrosamente” se mantuvo en cotas aceptables, es ahora cuando realmente acusa todas aquellas carencias denunciadas por nuestros meritorios técnicos, con muchos años de experiencia en ella. Las prospecciones se abandonaron, la burocracia y corrupción se apoderó de sus estructuras y para mayor desgracia sobrevino lo que se veía llegar, accidentes por malos manipuleos por todos lados, haciendo crisis con la falta de taladros. Supuestamente, cien de ellos comprados a China pagados por adelantado, con un precio dos veces mayor a los ofertados por EUA, de inferior calidad y sin repuestos. Por ello, decrece la producción y seguirán disminuyendo nuestros ingresos. Sin embargo Pdvsa promete aumentar su capacidad de producción en la Faja Deltana, después de haber sacado a las trasnacionales del negocio, lo cual también resulta delirante con “la emergencia operacional”.

Aunque la resurrección de Cuba, Argentina y Bolivia son hechos consumados, los “compromisos” y canonjías de Chávez en el extranjero quedarán en el aire, los bonos suscritos posiblemente irán a dar al cesto de la basura, y sus proyectos faraónicos tales como el oleoducto del Sur, fueron siempre fábulas.

Pudiera ocurrir lo que dice Chávez sobre los precios del petróleo y cotizarse a 100$ cuestión que, poco beneficiaría al país, cuando este se encuentra en su mayor dependencia de las importaciones y sabemos que la recompra de bienes y servicios en el exterior, constituyen el 70% de nuestros ingresos petroleros. Este es el panorama cierto sobre el cual debemos asentarnos los venezolanos para ir pensando en la reconstrucción del país, sumido en tremendas deudas y con más del 40% de la industria privada “desaparecida”, y automarginados del FMI y del Banco Mundial. Las esperanzas para los socios de Chávez deben ser iguales, viendo encogerse el chorro de petrolero que los mantiene en esa cima del desatino, llamado socialismo del siglo XXI, ALBA o cualquier otro despropósito planteado por él, quien habiendo tenido los mayores ingresos en la historia de este país, no sembró el petróleo, sino la miseria para desdicha de Venezuela y de sus vecinos.

Diario 2001

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