domingo, 21 de enero de 2007

La ciudad socialista de la Polonia de los 60. Una ciudad sin Dios

Nowa Huta es una ciudad de nueva planta, erigida a poca distancia de Cracovia, de la que prácticamente viene a ser un arrabal. Una deliberada intención ideológica pretendió contraponer las dos ciudades, como el símbolo del ayer y el símbolo del mañana: frente a la vieja capital histórica, residencia de reyes con sus iglesias y palacios, reliquia de un pasado que quedó definitivamente atrás, se alzaba la ciudad socialista, como imagen acabada de la nueva Polonia.
Nowa Huta surgía en torno a una inmensa planta siderúrgica y sus habitantes, verdadera vanguardia del proletariado, eran los obreros metalúrgicos de la industria y sus familiares. En contraste con Cracovia, residuo de una época que se fue para siempre, Nowa Huta la ciudad pionera de la Polonia socialista, no había de tener iglesias ni signos religiosos, como un luminoso anticipo de la futura sociedad sin Dios….

Esto ocurrió en la Polonia comunista cuando Cardenal Wojtyla (Juan Pablo II) ya se dedicaba a luchar contra el comunismo usando su verbo como espada. Su postura: la defensa de la dignidad y derechos de toda persona humana, así como la defensa del derecho de los fieles a profesar libremente su fe.

Su sagacidad y tenacidad le permitieron obtener significativas victorias: tras largos años de esfuerzos, en contra de la persistente oposición de las autoridades, tuvo el gran gozo de inaugurar una iglesia en Nowa Huta la "ciudad piloto" comunista.
Los muros de esta iglesia, cual símbolo silente y a la vez elocuente de la victoria de la Iglesia sobre el régimen comunista, habían sido levantados con más de dos millones de piedras talladas voluntariamente por los cristianos de Cracovia.

No hay comentarios: